China acalla a Oasis
Alma María Palomino/Pekín.
3/03/2009
El Gobierno chino acaba de anunciar la suspensión de los conciertos de la banda de pop-rock Oasis. Las autoridades chinas consideran “inadecuados” los dos conciertos que los británicos iban a celebrar en Pekín y Shangai en el mes de Abril, según ha informado la cadena británica BBC.
El verdadero motivo de la cancelación, tal y como explica el representante del grupo, es que el Ministerio de Cultura Chino descubrió que uno de los hermanos Gallaguer, colíder de la banda Oasis, actuó en 1997 en Estados Unidos en un concierto a favor de la liberación del Tíbet. Esta intervención es considerada como una provocación a la autoridad china, que desde los años 50 dirige esta región mediante una severa política. El Tibet es un asunto muy sensible para el Gobierno chino, receptor con frecuencia de denuncias de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y que es acusado de abusos a los Derechos Humanos en esa zona.
El portavoz de la banda ha declarado que la decisión del Gobierno ha decepcionado "profundamente" a Oasis, que "espera que los poderes del país reconsideren su decisión y les permitan tocar en el país”
China desarrolla una estricta actuación frente a artistas extranjeros que actúan en su país. Así, prohíbe a los artistas presentar contenidos artísticos que puedan dañar la "unidad nacional" o "promover resentimientos". Igualmente solicita a los promotores de los artistas que entreguen listas y letras de las canciones para otorgar su aprobación.
El precedente a esta dura política fueron los gritos a favor de la liberación del Tibet de la cantante islandesa Bjork en un concierto en Shanghái el pasado año. A raíz de este incidente China advirtió de que aumentaría los controles sobre los artistas extranjeros a fin de evitar revuelos.
Aunque en los últimos años el gigante asiático ha permitido algunos espectáculos de alto nivel, como conciertos de The Rolling Stones o Madonna en 2006, el Gobierno se esfuerza para que se adecuen a su estricta política.
Pero Oasis no es el primer grupo que recibe un espaldarazo del Gobierno chino. Al rapero Jay-Z tampoco se le permitió actuar en 2006 por su lenguaje irreverente y polémico. Y la archiconocida Britney Spears sólo pudo actuar en 2004 tras modificar su vestuario, considerado demasiado atrevido por el Gobierno del país de la Gran Muralla.
